La Paz
Cuando pensamos en la Paz, lo primero que se nos ocurre es la ausencia de guerra. Pero la Paz es mucho más que eso.
Así como la Siembra comprende una suma de tareas que incluye preparar la tierra, delinear los surcos, seleccionar las semillas, elegir el momento oportuno, hacer acopio de los materiales y herramientas que se van a utilizar, y no solamente el hecho de introducir las semillas en la tierra, la Paz también implica muchas cosas.
La Paz implica preparar el terreno para que no surjan circunstancias que la puedan poner en peligro.
La Paz necesita de la tolerancia, de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad, y también de la responsabilidad de los gobernantes, quienes tienen el destino de los pueblos en sus manos, para tomar decisiones acertadas que hacen al bien común.
La Paz se nutre de las buenas intenciones, de la educación, de la comunicación, del compromiso, del respeto.
La Paz se hace presente en cada momento del día, en el pan en la mesa, en la dignidad del trabajador que gana su sustento honradamente, en el trato cordial de un empleado público, en los jóvenes que se preparan para ser personas de bien, en el vuelo migratorio de las aves, en un niño que aprende a cuidar un árbol, en un abuelo que sonríe, en la primera siesta de un bebé, en la evolución del ser humano hacia su destino superior, en el progreso de la ciencia aplicada a la sanación, en el respeto por la Madre Tierra, por lo sagrado, por el río, por nuestros hermanos animales, por los primeros habitantes de estas tierras, por nosotros mismos...
Todo eso es La Paz...
Y tantas cosas más que podemos descubrir a cada instante... si tenemos la suerte de poder vivir en Paz.
La Sociedad
La sociedad es la cuna del ser humano. Es por medio de ella, que nosotros, podemos desarrollarnos como tal; ya en la antigüedad, se tomaban muy en serio el tema de la sociedad, y fue así como Aristóteles, en la antigua Grecia antes del nacimiento de Cristo, manifestaba de que el hombre era un ser social por naturaleza. Ya que éste, es un ser perfectible y necesita de la sociedad para perfeccionarse. Aparte, somos seres dignos, por lo que somos un fin en sí mismo y no tan solo un medio, por lo que la sociedad nos debe tratar con dignidad. Por esto la sociedad está hecha para el hombre; sin ir más lejos no debemos olvidad que somos nosotros quienes la conformamos. Pero toda sociedad, debe tender al bien común y no al bien público, lo que el mismo Aristóteles manifestaba. Esto, ya que el bien público, es el bien de muchos, pero no de todos. En cambio, el bien común, es lo justo para todos. Como somos seres únicos y dignos, merecemos el todo, pero ese todo, debe de ser, para todos. O sea, cada integrante de la sociedad, debe recibir ese todo. Por lo mismo, el fin último de toda sociedad, según esta corriente de pensamiento, es el bien común. Postura que también defendió Santo Tomás.
Muchos tratados han sido escritos, en nombre de la sociedad. Uno de los que más fuerte marcó, el rumbo de la sociedad, fueron los contractualistas. Aquellos autores, como Jobbes, que pregonaban el contrato social. O sea, que el hombre no era un ser social por naturaleza, sino que por necesidad. Ya que el hombre requería del Estado, para salvaguardar la propiedad privada. Ya que a veces, llegaba el punto, en que el resto de los ciudadanos, no respetaba lo ajeno. Principalmente los bienes muebles, por lo que el ser humano, requería del Estado para que los protegiera. Por lo mismo, se firmaba un acuerdo o contrato tácito, en el cual se cedían ciertos derechos, en pos de que el Estado, cuidara de la preservación, de la propiedad privada. Esta teoría, fue sumamente controversial en su época, ya que echaba por tierra las teorías clásicas de sociedad.
Pero más adelante, acercándose al siglo XXI, se volvió a las ideas más clásicas, defendiéndolas y postulando nuevamente, de que el ser humano es un ser social por naturaleza. La sociedad, le es algo propio, por derecho y no por un contrato. Pensemos, en una persona, que no cuenta con bienes. Por ende, bajo la postura de Jobbes, aquella persona, no es parte de la sociedad. Es ahí, que se retoma la idea, de que somos seres dignos de manera intrínseca. Por lo que merecemos ser parte de la sociedad.
De la misma forma, recorriendo las variadas definiciones para sociedad, podemos decir que es todo grupo humano que comparte un mismo lugar geográfico. En el cual, las creencias, la cultura, la religión y la historia, se comparten de manera común. La sociedad en sí, es parte de los estudios de la Sociología, Antropología y otras ciencias. Las cuales estudian tanto al ser humano, como ser y a la sociedad, como un conjunto de seres. Es por lo mismo, que estas ciencias pueden imprimir fotografías clarificadoras, de aquello que ocurre en una sociedad, mirando un espacio de tiempo determinado.
Otra forma de ver a la sociedad, es la agrupación de personas, detrás de una organización comercial o sin fines de lucro. En el primer caso, podemos ver las sociedades anónimas o las limitadas. En el segundo, las corporaciones y las fundaciones. Pero esto es materia de otros artículos, que podremos ver en la sección de negocios.
Testimonio de Dios
El testimonio de Dios es la expresión fiel de su persona, carácter y voluntad aquí en la tierra. Aquello con lo cual él puede identificarse perfectamente, sin posibilidad de distorsión o deformación alguna. En el Antiguo Testamento dicho testimonio estaba asociado con tres elementos principales: la tablas de la ley, el arca del pacto y el tabernáculo. Todos ellos, de acuerdo con la naturaleza simbólica del antiguo pacto, eran elementos de carácter eminentemente físico y prefiguraban las realidades espirituales y eternas del nuevo pacto.
Los elementos del testimonio
Las tablas de la ley constituían el primer elemento de dicho testimonio. En ellas Dios escribió sus mandamientos para Israel. Mandamientos que expresaban fielmente su naturaleza y voluntad divinas. De este modo, si un israelita deseaba conocer a Dios, debía acudir a las tablas de la ley para encontrar el testimonio de Dios acerca de sí mismo.
El segundo elemento era el arca del pacto. El diseño completo de ella fue entregado a Moisés por Dios: una caja de madera de acacia, revestida de oro por dentro y por fuera, cuya tapa era también una cubierta de madera bañada en oro, sobre la cual se encontraban dos querubines de oro puro, que se miraban de frente y cuyas alas se tocaban en el extremo superior. Dicha cubierta fue llamada el propiciatorio, sobre ella se efectuaba la expiación y desde allí hablaba Dios con Moisés. Además, en el interior del arca se guardaron las tablas del testimonio. Así, el arca fue llamada también “el arca del testimonio”, pues sobre ella reposaba la presencia del Dios de Israel, “que mora entre los querubines”. Por tanto, Dios se identificaba a sí mismo con las tablas de la ley y con el arca del pacto que las contenía.
Finalmente, Dios mandó erigir un tabernáculo en cuyo interior fue depositada el arca del testimonio. Ahora bien, cada uno de los detalles del tabernáculo, sus medidas, materiales, adornos y utensilios fue diseñado por Dios y revelado a Moisés en el monte Sinaí, con la solemne advertencia: “Mira que hagas todas las cosas conforme al modelo que te fue mostrado en el monte”. Nada fue dejado a la iniciativa o improvisación humanas. Y, puesto que el arca del testimonio estaba allí, fue llamado también el “tabernáculo o tienda del testimonio”. Dios habitó en él, en medio del pueblo de Israel. Tablas, arca y tabernáculo constituían una sola unidad que representaba el testimonio de Dios sobre la tierra. Por tanto, cualquier hombre que deseaba hallar a Dios, debía dirigirse hacia aquella unidad testimonial.
Ahora bien, todo lo anterior era tan sólo una figura del misterio de Cristo y la Iglesia. Las tablas de la ley y el arca del pacto representaban a Cristo, mientras que el tabernáculo era una figura de la iglesia, el verdadero templo de Dios. Cristo es el verdadero testimonio de Dios, pues en él Dios se ha expresado a sí mismo de manera plena, perfecta y definitiva. Quien ve a Jesucristo ve a Dios. Sin embargo, al igual que en el antiguo pacto, Dios ha establecido que su Hijo sólo puede ser hallado en el interior de su tabernáculo, que es ahora la iglesia. Pues Cristo habita en el corazón de todos los hijos de Dios. Ellos llevan el testimonio dentro de sí mismos (1Jn.5:10), al igual que el tabernáculo de Israel en el desierto llevaba dentro de sí el arca del pacto.
Las condiciones para el testimonio
Sin embargo, existe una profunda e importante lección espiritual en la figura del arca y el tabernáculo, y la relación que existía entre ambos. En estricto rigor, el testimonio de Dios se encontraba ligado incondicionalmente al arca y a las tablas. Por ello, fueron llamadas simplemente “el testimonio”. El tabernáculo, en tanto, representaba el testimonio de Dios de una manera condicional y derivativa, verdad simbolizada en la persistente advertencia divina con respecto a la obra de su edificación: “Mira que hagas todas las cosas conforme al modelo que te fue mostrado en el monte”. En todo ello había una enseñanza fundamental. Pues el tabernáculo o santuario fue destruido y recontruido a lo menos cuatro veces durante la historia de Israel. Y esto fue así debido a que la fidelidad de Dios hacia su santuario dependía de la fidelidad del pueblo hacia Dios, su palabra y su pacto, simbolizados en el arca y las tablas.
De hecho, cuando Israel entró en posesión de la tierra prometida, el tabernáculo fue erigido en una ciudad llamada Silo. Pero, más tarde, debido a la desobediencia de Israel, fue abandonado por Dios: “Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios... Lo oyó Dios y se enojó y en gran manera aborreció a Israel. Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, la tienda que habitó entre los hombres” (Sal.78:56-60). Silo fue puesto a un lado y el arca fue llevada a Jerusalén: “Andad ahora a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al principio, y ved lo que hice por la maldad de mi pueblo Israel” (Jer.7:12). De este modo, en la historia de Israel hallamos que la relación de Dios con el tabernáculo (que luego sería reemplazado por el templo) tuvo siempre un carácter condicional.
Por otra parte, Dios se encontraba identificado incondicionalmente con el arca del testimonio (que contenía, a su vez, las tablas), y esto se puede ver claramente en el incidente con los filisteos, relatado en el libro de Samuel. Debido a la apostasía, los israelitas fueron derrotados y el arca del pacto tomada cautiva por los filisteos. No obstante, aunque Dios no defendió a los israelitas, con todo, sí prestó su defensa al arca, derribando al ídolo de Dagón y llenando a los filisteos de tumores (1Sm.4-5). Pues él se se identificaba a sí mismo con el arca y quien tocaba su testimonio, lo tocaba a él, cualquiera que fuese el estado espiritual de la nación (vgr. el ejemplo de Uza, en 2Sm. 6:6-7). Por ello, a diferencia del santuario, hubo tan sólo un arca del pacto en la historia de Israel.
Encontramos aquí, como se ha dicho, una profunda lección espiritual sobre la relación entre Cristo y la Iglesia. El testimonio de Dios se encuentra eterna e incondicionalmente unido a su Hijo, Jesucristo, quien es la perfecta expresión de su persona, carácter, palabra y voluntad. O, en palabras de Hebreos: “el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia”. Él es el eterno e inconmovible testimonio de Dios. La iglesia, en tanto, está llamada a convertirse en el testimonio de Dios sobre la tierra, pero a condición de mantenerse fiel al modelo celestial, esto es, a Jesucristo.
Dios requiere un testimonio propio en la tierra para expresarse a sí mismo y llevar a cabo sus propósitos. Y dicho testimonio se encuentra allí donde descansa el arca de su testimonio, vale decir en su tabernáculo, templo o santuario de reunión. Y este santuario, que en el antiguo pacto era un lugar físico y material, es el único lugar donde su testimonio puede ser hallado. Mas, este no es un asunto opcional, pues Dios mismo diseñó y estableció el santuario que habría de contener su testimonio.
Sin embargo, los antiguos israelitas cometieron una gran equivocación al respecto. Ellos llegaron a pensar que la sola presencia física del templo era una garantía suficiente del repaldo y la presencia de Dios en medio de ellos. Pues el templo contenía el arca del testimonio y las tablas de la ley. Y a ellos les parecía que la relación entre ambos era incondicional. Pero Dios, por medio de sus profetas se encargó persistentemente de advertirles acerca de su error. Pues, si ellos no se conformaban de corazón a su pacto, el templo no les valdría de nada y Dios retiraría de él su testimonio: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar. No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová es éste... Haré también a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre y en la que vosotros confiáis... como hice a Silo” (Jer.7:3-4,14). Y así en verdad ocurrió. El rey Nabucodonosor vino y arrasó el templo por completo, pues Dios ya se había apartado de en medio de ellos.
A partir de ese momento, no hubo ya un lugar sobre la tierra donde Dios pudiera ser hallado ni con el cual pudiera ser identificado. El arca desapareció y la Escritura guarda un completo silencio acerca de su paradero, pues el testimonio de Dios había sido retirado de la tierra. Mientras el templo estuviese en ruinas, el arca no tenía un lugar donde reposar.
El tabernáculo, como figura de la iglesia, nos muestra que la condición esencial para que ella pueda ser la expresión de Dios sobre la tierra es su fidelidad y conformidad permanente “al modelo que ha sido mostrado en el monte”. Dios se ha propuesto revelar la plenitud de su gloria y voluntad por medio de la iglesia, pero para ello los santos deben primero conformarse al modelo celestial. Y dicho modelo se encuentra prefigurado en el arca del testimonio, que nos habla de la absoluta centralidad y supremacía de Cristo y sus palabras entre los creyentes.
Este es, en verdad, el asunto esencial para la iglesia. En ella no hay lugar para nada que proceda de la inventiva, creatividad o habilidad meramente humanas. Y tampoco hay lugar para el gobierno, la dirección y las estrategias del hombre. No importa cuán buenas, útiles y eficientes nos puedan parecer. La iglesia es el lugar donde sólo la voz del Espíritu debe ser oída y obedecida. Todo esto lo encontramos, una vez más, en la figura del tabernáculo, pues se nos dice que una vez erigido: “...Una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba. Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas” (Ex.40:34-38). Por esa razón, el apóstol Pablo nos enseña que la iglesia es edificada conjuntamente para morada de Dios en el Espíritu.
Esto explica el fracaso de la cristiandad en manifestar al mundo el testimonio de Dios. Pue él no se identifica con nada que sea menos que Cristo. Ni siquiera con “la iglesia” si ésta se aparta de su fidelidad a él. No importa cuánto afirmemos nuestra identidad de “iglesia de Cristo” y nos apoyemos en nuestra historia, enseñanza y conocimientos. Si nuestra experiencia presente no se encuentra arraigada total y absolutamente en Cristo, bajo la dirección exclusiva de su Espíritu, entonces nos encontramos en peligro de perder su testimonio y acabar en la ruina espiritual. Por cierto, podremos seguir adelante con nuestras formas y actividades exteriores (tal como el tabernáculo de Silo), creyendo que aún somos parte del testimonio de Dios, pero todo resultará vano, estéril y vacío.
El testimonio a través de la historia
La relación entre Cristo y la iglesia es íntima y vital. En verdad, como realidad celestial, ella se encuentra totalmente escondida y guardada en Cristo, más allá de toda la ruina y el fracaso. Pero en cuanto a la expresión y manifestación histórica y visible del misterio de Dios, su testimonio ha estado en ruinas la mayor parte de la presente edad. Quizá durante los primeros 150 a 200 años de su historia hubo sobre la tierra iglesias que expresaban fielmente el testimonio de Dios, pero luego, con el advenimiento de Constantino dicho testimonio quedó en ruinas debido a la mezcla de la cristiandad con toda suerte de elementos de naturaleza puramente humana y mundana. Desapareció la sencilla, familiar y cristocéntrica iglesia local, que tenía a Cristo por única cabeza, para dar paso a una compleja, organizada y jerárquica iglesia mundial, controlada por una poderosa y especializada institución clerical.
Sin embargo, las semillas de toda esa deformación comenzaron a sembrarse tempranamente, a fines del siglo primero, cuando las iglesias comenzaron a alejarse de Cristo y su absoluta centralidad y preeminencia. A partir de entonces, el testimonio de Dios fue quedando restringido a un grupo cada vez más pequeño de hombres y mujeres fieles, que procuraron guardar las palabras de Dios y el testimonio de Jesucristo a través de una indecible oposición, adversidad y sufrimiento, aun durante la épocas más oscuras de la historia cristiana. Y a través de ellos, y debido a su constancia y fidelidad, la antorcha nunca se apagó del todo y sobrevivió a menudo ignorada, despreciada y aún perseguida por el resto de la cristiandad institucionalizada.
El remanente del testimonio
Dios siempre se ha reservado un remanente escogido por gracia, para mantener en alto su testimonio, y llevar adelante su propósito eterno sobre la tierra. Así ocurrió a lo largo de toda la historia de Israel y así ha ocurrido también durante la historia de la cristiandad hasta nuestros días. Dicho remanente no está en absoluto constituido por alguna clase especial y selecta de cristianos, sino simplemente por creyentes normales de acuerdo con los patrones del Nuevo Testamento, en tiempos de crónica anormalidad. Ellos simplemente hacen suyo el testimonio y la tarea que otros han abandonado, y buscan vivir de acuerdo con la norma revelada en el Nuevo Testamento para la iglesia, es decir, conforme al modelo celestial.
Pero también, para dicho remanente existen sombríos y formidables peligros, pues la furia del príncipe de este siglo hace de ellos su blanco principal (Ap.12:17). Por todas partes intentará seducirlos, tentarlos y oprimirlos para apartarlos de su testimonio y sincera fidelidad a Cristo. Una y otra vez serán tentados hacia el exclusivismo, el sectarismo y el orgullo espiritual de sentirse superiores y distintos al resto de sus hermanos. Una y otra vez intentará infundirles una secreta autocomplacencia consigo mismos y sus logros espirituales. Y si tiene éxito, muy pronto comenzarán a desligarse de Cristo para centrarse cada vez más en sí mismos, su historia, su mayor comprensión de las verdades espirituales, sus enseñanzas especiales y distintas, sus grandes líderes y sus éxitos del pasado. Entonces el candelero también se apagará para ellos, pues separada de Cristo, “la iglesia” no es nada más que una institución humana, vacía de la vida divina. No importa cuán bíblica parezca en sus enseñanzas y formas exteriores. He aquí la lección que aprendemos mirando la historia del tabernáculo y el templo.
La Cuaresma
CONOZCAMOS NUESTRA FE CATÓLICA - Los católicos celebramos en estos días ¨LA |
¿QUÉ ES EL MIÉRCOLES DE CENIZA? - La CUARESMA empieza el MIÉRCOLES DE CENIZA ; este día vamos a la Iglesia para que el Padre nos haga con ceniza una cruz en la frente y diga ¨Conviértete y cree en el Evangelio ¨ . ¿ Por qué hacemos ésto los católicos ? - Esta costumbre es para recordarnos que todos algún día hemos de morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. |
- Esto también significa que todo lo ¨material ¨, como nuestra casa, la comida y las cosas que tenemos, se acaba, y lo único que nos llevamos de este mundo es ¨ LO BUENO Y LO MALO QUE HAYAMOS HECHO ¨ en nuestra vida. |
¿ QUÉ ES LA CUARESMA ? En la cuaresma recordamos los 40 días que Jesús pasó en el desierto rezando y sin comer para prepararse antes de salir a predicar. - Cada año Dios te ofrece la Cuaresma como un tiempo especial para tres propósitos: 1) Arrepentirte de tus pecados 2) Hacer penitencia. 3) Convertirte. |
1) ARREPENTIRTE DE TUS PECADOS : - Es tiempo de pensar: ¿ Qué pecados he cometido ? |
- Que de verdad te duela haber ofendido a Dios que ha sido tan bueno contigo. |
- Si tus faltas son graves, debes hacer una CONFESION ; busca al Sacerdote, él es quien puede darte el perdón de Dios. - Recuerda que Dios te ama muchísimo y que siempre te perdona. |
2) HACER PENITENCIA : - Si de verdad te duele haber ofendido a Dios, puedes REPARAR tus faltas, puedes purificar tu alma haciendo sacrificios. ¿ Qué es hacer un sacrificio ?. Es ofrecer a Dios , porque lo amas, cosas que te cuesten trabajo, como por ejemplo: no comer algo que querías, ayudar a otro en su trabajo, ser amable con el que te cae gordo,etc. Cada uno escoge lo que más le cueste. - En estos días de cuaresma piensa cada mañana: ¿ Qué sacrificio voy a ofrecer hoy a Dios ? 3) CONVERTIRTE : - Convertirte es cambiar. Dejar de una vez por todas lo malo y buscar ser mejor. ¡ Si quieres cambiar, ahora es cuando ! Para cambiar de verdad, es muy importante que hagas buenos propósitos, que pienses cuales cosas concretas quieres cambiar y luego, cada noche, revises si cumpliste, verás como vas mejorando. - Reza mucho... pídele a Dios su ayuda para cambiar. ¡ Con la ayuda de Dios, puedes lograr cualquier cosa ! AYUNO Y ABSTINENCIA : ¿QUÉ ES SEMANA SANTA? EL JUEVES SANTO : - El jueves de la Semana Santa, recordamos el día que Cristo tuvo la ULTIMA CENA con sus apóstoles. Esta cena es muy importante porque en ella Jesús,como sabía que iba a morir, quiso hacer algo para poder quedarse para siempre con los hombres. |
EL VIERNES SANTO : - Después de la última cena, Jesús fué a rezar a un monte que se llamaba de los Olivos y allí lo tomaron preso. |
- ¡ Cuánto habrá sufrido ese día Nuestro Senor! ¿Por qué El, siendo el hijo de Dios, quiso pasar todo este sufrimiento? Sólo por el grandísimo amor que te tiene a ti y a cada uno de los hombres; para perdonarte tus pecados y para que pudieras salvarte.
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- ¡ Cristo ha triunfado sobre la muerte! ¿ Y qué logró con ésto ? Abrir de nuevo las puertas del cielo, o sea que al morir, podamos salvarnos y vivir por siempre felices en compañía de Dios. |
LOS MANDAMIENTOS
¿Qué son los mandamientos de la Ley de Dios?
¨AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO
- Los mandamiento son LAS REGLAS QUE HA PUESTO DIOS A LOS HOMBRES PARA PODER ENTRAR AL CIELO. Jesús mismo nos dice en el Evangelio: ¨Si quieres entrar en la vida eterna, cumple los mandamientos¨ . |
- Muchos, muchos años atrás, un gran hombre llamado MOISÉS, que era el ¨patriarca¨, o sea como el jefe o guía del pueblo israelita, fue llamado por Dios al Monte Sinaì y ahì Dios le entregó ¨el decálogo¨, es decir los 10 mandamientos. Moisés luego los entregó a todo el pueblo. Ahora trataremos de explicarte un poco cada mandamiento :
1) AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.
- Esto quiere decir que Dios debe ser lo màs importante en tu vida. Hay que amarlo, respetarlo, vivir cerca de El con la oraciòn y sobre todo ¨cumplir su voluntad¨ en tu vida, o sea hacer lo que El te pida.
- Cristo es quien vino a enseñarnos con su vida, el modo en que debemos actuar para amar a Dios.
- ¿ Qué significa sobre todas las cosas ? Que debes cumplir lo que a Dios le gusta MÁS QUE cumplir lo que a ti te gusta; que no te importe el trabajo que te cueste, lo que tengas que dejar, lo que la gente diga; que solo te importe hacer lo que Dios quiere .
2) NO JURARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO.
- Este mandamiento manda respetar el NOMBRE DE DIOS y respetar tambièn todas las COSAS SAGRADAS (como por ejemplo la Iglesia y lo que hay y lo que hay en ella, los sacerdotes...).
- No es correcto decir ¨te lo juro por Diosito Santo que...¨ por cualquier tonterìa. Las promesas en nombre de Dios son cosa muy seria.
- Jurar en falso serìa tomar a Dios por testigo de algo que no tienes intenciòn de cumplir o que después de prometerlo te hechas para atràs.
3) SANTIFICARÁS LAS FIESTAS
- Esto significa que debes dedicar a Dios el dìa DOMINGO y los dìas de fiesta de la Iglesia.
- En estos dìas todos los catòlicos debemos de ir a MISA , a no ser que no podamos por alguna razòn seria, como serìa una enfermedad grave, una emergencia...
- Los domingos y dìas de fiesta, es obligatorio el ¨descanso¨.
- ¿ Ademàs de los domingos , ¿En què otros dìas del año nos obliga la misa?.
a) El 1o. de enero, en que festejamos la maternidad divina de la Virgen. b) El Jueves de Corpus Christi, en que festejamos el dìa de la Eucaristìa. c) El 12 de diciembre, dìa de nuestra patrona y amada Virgen de Guadalupe, madre de todos los mexicanos. d) El 25 de diciembre , dìa de Navidad. |
4) HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE
- Esto quiere decir que debes AMAR a tus padres, porque Dios te los ha dado, y SER AGRADECIDO con ellos porque les debes la vida y la educaciòn.
- A los padres les debes siempre un gran RESPETO, aunque ya no dependas de ellos.
- Es también tu obligación ayudar a tus padres con lo material y con tu apoyo y compañía en los años de vejez o en la enfermedad.
¡ Cómo no vas a ocuparte de quienes han dado su vida por ti !
5) NO MATARÁS
- Nadie tiene derecho, por ningún motivo, a quitar la vida a otro. Sòlo Dios es quien da y quita la vida.
- Es pecado mortal el ABORTAR , que no es màs que MATAR a tu propio hijo, a una criatura que ni siquiera puede defenderse y que, por pequeñito que sea, ya tiene un ¨alma¨ y ya es hijo de Dios.
- Es tambièn pecado contra este mandamiento, el suicidarse.
- Este mandamiento pide :
a) respetar tu propia vida y salud; por esto no debes beber alcohol en exceso y està totalmente prohibido contaminarte con drogas. b) respetar la vida de los demàs; por lo que prohíbe la guerra, la tortura, el terrorismo, el secuestro y cualquier acto que atente contra vida de las personas. |
6) NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS
- Este mandamiento incluye varias cosas, y hay que ser muy claros:
a) Los hombres debemos aprender a dominar nuestras pasiones, debemos respetar nuestra sexualidad. Esto significa la CASTIDAD.
b) Las principales ofensas a la castidad son: la lujuria, la masturbación, la fornicación y la pornografía, la prostitución, la violación y las prácticas homosexuales.
c) Ya casados, nuestro amor debe ser fiel y durar hasta el dìa de la muerte.
d) Son pecados mortales también :
- El adulterio, o sea tener relaciones con otra persona que no sea nuestro esposo o esposa.
- El tener más de un esposo o esposa.
- El abusar sexualmente de cualquier persona y peor de nuestros hijos.
- El vivir y tener relaciones sexuales con alguien antes de casarse por la Iglesia.
- El divorciarse y volverse a casar con otro.
7) NO ROBARÁS
Este mandamiento manda :
- Que nadie debe tomar lo que no es suyo, aunque se le antoje mucho, aunque el otro no se vaya a dar cuenta de que algo le falta.
- Ser ¨justos¨ y caritativos en el uso de los bienes que Dios le ha dado a cada quien.
- Que respetemos y cuidemos todo lo que Dios ha creado como la naturaleza, los animales... - Que los que debemos hacerlo paguemos nuestros impuestos. - No dañar voluntariamente los bienes de otras personas. - Cumplir muy bien con nuestro trabajo o empleo - Pagar salarios justos |
8) NO MENTIRÁS
- Esto quiere decir que debemos decir siempre la verdad a los demàs. Mentir es decir algo falso, es engañar. La mentira nos hace sentir culpables y nos mete en muchos enredos.
- Tampoco està bien enjuiciar o hablar mal de otros.
- Si alguien miente, debe reparar su mentira, o sea confesar la verdad.
9) NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS
- Este mandamiento nos dice que no debemos pensar ni desear cosas inmorales. Si un pensamiento asì llega a tu mente, debes desecharlo de inmediato.
- Para no caer en esta falta es importante no andar viendo películas o revistas sucias, no andar de mirón y vestir con decencia.
10) NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS
- ¿ Què significa este ùltimo mandamiento ?
Significa que no debes desear tener lo que otros tienen, no ser envidioso. Dios ha dado a cada hombre lo que El ha querido y a cada uno le pedirà cuenta del uso que de esos bienes haya hecho durante su vida.
Significa tambièn que està mal desear desordenadamente la riqueza y el poder.
CONCLUSIÓN :
- Todos estos mandamientos Cristo los resumiò en dos :¨AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO
TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS Y AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO¨ .
Hermano Miguel
Después de preparar su clase, el Hermano Miguel se entrega al estudio de la Lengua Española. Lee todo lo que sobre ella se publica; reflexiona, estudia desde todos los ángulos y contempla su enfoque científico. Tanto, que pronto se convertirá en una autoridad dentro y fuera del país. A él se debe la elaboración del "Reglamento de las Escuelas Cristianas", que tiene un clamoroso éxito y el gobierno lo impone en todas las escuelas primarias del país. Al darse cuenta el Hermano Miguel que no existen medios apropiados para que los niños aprendan con facilidad a leer y escribir el idioma castellano, elabora su famosa "gramatiquilla", como la llamará él. En realidad su elaboración resultó ser una obra didáctica de enorme valor que se impondrá en todas las escuelas primarias del Ecuador primero, y muy pronto, en las naciones vecinas.
El Hermano Miguel sabía que los niños serían buenos ciudadanos y grandes cristianos si sus maestros se empeñaban en educarlos. Todos se sorprendían al darse cuenta de cómo un educador y científico de la Lengua, con todo lo que ello le trajo de honores y dignidad, haya sabido estar al mismo tiempo a la "altura" de los más pequeños, de los desheredados y verdaderamente pobres. Siempre al mismo nivel de esos "caballeritos", como él les llamaba.
Se decía del Hermano Miguel que nadie como él llegó a poseer los secretos de la Lengua Castellana. Sus versos eran musicales, sus estrofas cantaban por sí solas y son notables por su ritmo y naturalidad. En sus cánticos brilla el poeta de ingenio y gusto depurado. Todo eso, sin descuidar el verdadero motivo de su vida en este mundo: hacer que todos los niños del Ecuador conozcan y amen a Cristo. Acostumbraba decir con frecuencia a los Hermanos: "Si nuestros muchachos salen de la escuela sin convicciones, sin principios, sin fe arraigada y clara y sólo con sentimientos religiosos, no resistirán". La misma claridad que pedía para sus clases de gramática, la exigía para sus clases de religión. Precisión total, inteligencia clara. Esto se comprueba con el precioso regalo que se escucha de boca del Sr. Arzobispo en un torneo público de religión: "Han contestado como pequeños teólogos".
La lista completa de sus obras abarca la gramática en cuatro cursos, una serie de libros de lectura, textos ascéticos del Instituto, tratados fundamentales de dogma y moral, la vida del Señor, tomos de poesía y muchos artículos escritos en prosa. En el año de l892, el Hermano Miguel tiene el honor de ser nombrado académico de la Lengua Ecuatoriana, correspondiente a la Real Española. Esta distinción no cambia el carácter sencillo de aquel hombre dedicado a la enseñanza católica.
En el año de Gracia de l900 es canonizado San Juan Bautista de La Salle. Por tal motivo, el Hermano Miguel hizo todo lo que pudo para rendirle tributo en la Catedral de Quito, Ecuador. Los fieles de entonces, cuando presenciaron la procesión que acompañaba triunfalmente la reliquia del Santo Fundador por las calles de Quito, al contemplar al Hermano Miguel en la devota ceremonia, dijeron en voz alta: "Ahí va el otro santo".
En marzo de l907, los superiores deciden llevarse a Francia al Hermano Miguel. La estancia del religioso en la "Rue de Sévres", puede sintetizarse en: trabajo sin tregua, espíritu excepcional de observación y piedad de ángel. "Le veíamos rezar en todas partes: en la capilla absorto en Dios; en los pasillos, en su celda y en muchos otros sitios orando de rodillas".
El l5 de julio de l907, los Hermanos superiores se muestran preocupados ante la presencia de un segundo ataque de paludismo que debilitó peligrosamente la salud del Hermano Miguel. En esas fechas recibe tres cartas del Ecuador. Son de tres antiguos alumnos suyos que van a ser consagrados obispos. Les contesta de inmediato, comentándoles lo mucho que le agradaría estar a su lado ese día, pero habrá de rezar para que el Señor continúe enviando vocaciones religiosas al Ecuador que tanto las necesita.
Al año siguiente, el Hermano Miguel se maravilla ante la observación de la primavera: "Qué grande es Dios en todas sus obras... A la vista, al alcance de la mano, los campos, los árboles, tejados, todo blanco de nieve... y ahora voy pasmado a la vista de una resurrección: campos, árboles y ejércitos de alados cantores, todo me hechiza. Hay que verlo y oír todo esto para hacerse idea cabal de los esplendores de esta primavera. Loado sea el Señor".
Una nota escrita por el Hermano Miguel a finales de enero de l9l0 decía así: "No juzgar ni a Superiores ni a Hermanos; no preferir a nadie; obrar en todo por la gloria de Dios y con espíritu de apostolado".
El Hermano Miguel nunca tuvo salud robusta. Era de constitución más bien enclenque. Pero siempre se había defendido o había sabido disimular sus achaques. Por eso no le dio mayor importancia a un vulgar resfriado que le aquejó en los últimos días de enero de l9l0. El dos de febrero, en la oración de la mañana, siente un acceso fuerte de fiebre. El médico diagnostica una bronquitis y después surge la tan temida pulmonía. Cuando sus superiores le comentan la gravedad de su caso, él les contesta: "Si hay peligro, denme cuanto antes los Santos Sacramentos, y que los aspirantes recen para que me ayuden todos a dar gracias a Dios".
A las ocho de la noche, mientras los aspirantes rezan el rosario con la devoción de las grandes ocasiones, el Hermano Miguel recibe al Señor en viático y los Santos Óleos. Antes de comulgar exclamó: "Pido perdón a los Hermanos Superiores por todas mis desobediencias; a los Hermanos, por mis malos ejemplos y molestias; a los aspirantes, por haber sido tan poco vigilante con ellos". El miércoles, la congestión alcanzó los dos pulmones. Cuando le preguntan que qué quiere que le digan al Hermano Asistente, él responde: "Que ofrezco mi vida por la prosperidad del Instituto, por su difusión en el Ecuador y porque cese la persecución contra la enseñanza cristiana".
Media hora antes de su muerte, fijó los ojos en un punto determinado de la celda, y se le dibujó en la cara una sonrisa como de gozo profundo, sobrenatural. El hecho se repitió una segunda vez. ¿Qué haría sonreír así, de ese modo, al moribundo en el umbral de la eternidad? Todos los presentes concluyeron que se trató de una visión celestial que precedía a la de la felicidad eterna. Posiblemente se trató de "la linda Señora de traje blanco y manto azul" que volvía a llamarle como aquella vez "junto al rosal" de la casa de Cuenca. Solamente que en esta ocasión, en realidad ella se lo estaba llevando como le dijo cuando niño. Sus últimas palabras fueron: "Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía". Eran casi las dos de la tarde cuando el santo expiró.
Al saberse la noticia en el Ecuador, el Gobierno decreta "luto nacional", y la Iglesia de Dios lanza al vuelo las campanas de San Pedro decretando Día de Gloria.
La hermosa vida del Hermano Miguel ha influenciado maravillosamente en una gran cantidad de jóvenes que año con año toman la importante decisión de ingresar a las filas del lasallismo. Cada vez son más los adolescentes que siguen sus pasos con la bendición del fundador San Juan Bautista de La Salle para transformar a la niñez que tanto los necesita. Para sembrar en ellos la semilla de la fe, de la esperanza y de la caridad, impulsando en sus corazones la devoción y el amor a la Santísima Virgen María.
La Familia
La familia, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.1 Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio2 —que, en algunas sociedades, sólo permite la unión entre dos personas mientras que en otras es posible la poligamia—, y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros.
No hay consenso sobre la definición de la familia. Jurídicamente está definida por algunas leyes, y esta definición suele darse en función de lo que cada ley establece como matrimonio. Por su difusión, se considera que la familia nuclear derivada del matrimonio heterosexual es la familia básica. Sin embargo las formas de vida familiar son muy diversas, dependiendo de factores sociales, culturales, económicos y afectivos. La familia, como cualquier institución social, tiende a adaptarse al contexto de una sociedad. Esto explica, por ejemplo, el alto número de familias extensas en las sociedades tradicionales, el aumento de familias monoparentales en las sociedades industrializadas y el reconocimiento legal de las familias homoparentales en aquellas sociedades cuya legislación ha reconocido el matrimonio homosexual.
TIPOS DE FAMILIA
Las familias pueden ser clasificadas de diversas maneras.
Familia nuclear, formada por la madre, el padre y su descendencia.
Familia extensa, formada por parientes cuyas relaciones no son únicamente entre padres e hijos. Una familia extensa puede incluir abuelos, tíos, primos y otros parientes consanguíneos o afines.
Familia monoparental, en la que el hijo o hijos vive(n) sólo con uno de los padres.
Familia homoparental, en la que el hijo o hijos vive(n) con una pareja homosexual.
otros tipos de familias, aquellas conformadas únicamente por hermanos, por amigos (donde el sentido de la palabra "familia" no tiene que ver con un parentesco de consanguinidad, sino sobre todo con sentimientos como la convivencia, la solidaridad y otros), etcétera, quienes viven juntos en el mismo espacio por un tiempo considerable.
En muchas sociedades, principalmente en Estados Unidos y Europa occidental, también se presentan familias unidas por lazos puramente afectivos, más que sanguíneos o legales. Entre este tipo de unidades familiares se encuentran las familias encabezadas por miembros que mantienen relaciones conyugales estables no matrimoniales, con o sin hijos. El Día Internacional de la Familia se celebra el 15 de mayo.3 La familia es la base de la sociedad.
Jesuscristo
Jesús de Nazaret, también conocido como Jesús, Cristo o Jesucristo, es la figura central del cristianismo y una de las figuras más influyentes de la cultura occidental. Para la mayoría de las denominaciones cristianas, es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior resurrección, redimió al género humano. El judaísmo niega su divinidad, que es incompatible con su concepción de Dios. En el islam, donde se lo conoce como Isa, es considerado uno de los profetas más importantes.
Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su figura, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio Pilato.
Lo que se conoce de Jesús depende casi absolutamente de la tradición cristiana, especialmente de la utilizada para la composición de los evangelios sinópticos, redactados, según opinión mayoritaria, unos 30 o 40 años, como mínimo, después de su muerte. La mayoría de los estudiosos considera que mediante el estudio de los evangelios es posible reconstruir tradiciones que se remontan a contemporáneos de Jesús, aunque existen grandes discrepancias entre los investigadores en cuanto a los métodos de análisis de los textos y las conclusiones que de ellos pueden extraerse. Existe una minoría que niega la existencia histórica de Jesús de Nazaret.1
Nacimiento e infancia
Los relatos referentes al nacimiento e infancia de Jesús proceden exclusivamente de los evangelios de Mateo (Mt 1,18-2,23) y de Lucas (Lc 1,5-2,52). No hay relatos de este tipo en los evangelios de Marcos y Juan. Las narraciones de Mateo y Lucas difieren entre sí:
- Según Mateo, María y su esposo, José, viven (según parece, pues no se relata ningún viaje ) en Belén. María queda inesperadamente embarazada y José resuelve repudiarla, pero un ángelle anuncia en sueños que el embarazo de María es obra del Espíritu Santo y profetiza, con palabras del profeta Isaías (Is 7,14), que su hijo será el Mesías que esperan los judíos (Mt 1,19-21). Unos magos de Oriente llegan a Jerusalén preguntando por el "rey de los judíos que acaba de nacer" con la intención de adorarlo, lo que alerta al rey de Judea, Herodes el Grande, que decide acabar con el posible rival. Los magos, guiados por una estrella, llegan a Belén y adoran al niño. De nuevo, el ángel visita a José (Mt 2,13) y le advierte de la inminentepersecución de Herodes, por lo que la familia huye a Egipto y permanece allí hasta la muerte del monarca (de nuevo notificada a José por el ángel, que se le presenta por tercera vez: Mt 2,19-29). Entonces, José se instala con su familia en Nazaret, en Galilea.
- En el evangelio de Lucas, María y José viven en la ciudad galilea de Nazaret. La historia de la concepción de Jesús se entrelaza aquí con la de Juan el Bautista —ya que en este evangelio María e Isabel, madre del Bautista, son parientes— y el nacimiento de Jesús es notificado a María por el ángel Gabriel (lo que se conoce como Anunciación: Lc 1,26-38).El emperadorAugusto ordena un censo en el cual cada uno debe empadronarse en su lugar de nacimiento y José debe viajar a Belén, por ser originario de este lugar. Jesús nace en Belén mientras se encuentran de viaje y es adorado por pastores. Lucas añade además breves relatos sobre la circuncisión de Jesús, sobre supresentación en el Templo y su encuentro con los doctores en el Templo de Jerusalén, en un viaje realizado con motivo de la Pascua, cuando contaba doce años.
En los evangelios de Mateo y de Lucas aparecen sendas genealogías de Jesús (Mt 1, 2-16; Lc 3, 23-38). La de Mateo se remonta al patriarca Abraham, y la de Lucas a Adán, el primer hombre según el Génesis. Estas dos genealogías son idénticas entre Abrahán y David, pero difieren a partir de este último, ya que la de Mateo hace a Jesús descendiente de Salomón, mientras que, según Lucas, su linaje procedería de Natam, otro de los hijos de David. En ambos casos, lo que se muestra es la ascendencia de José, a pesar de que, según los relatos de la infancia, éste solo habría sido el padre putativo de Jesús.
Bautismo y tentaciones
La llegada de Jesús fue profetizada por Juan el Bautista (su primo según el Evangelio de Lucas),14 por quien Jesús fue bautizado en el río Jordán.15 Durante el bautismo, el Espíritu de Dios, en forma de paloma, descendió sobre Jesús, y se escuchó la voz de Dios.16
MILAGROS
Según los sinópticos, el Espíritu condujo a Jesús al desierto, donde ayunó durante cuarenta días y superó las tentaciones a las que fue sometido por el Demonio.No se menciona este episodio en el Evangelio de Juan. Después Jesús marchó a Galilea, se estableció en Cafarnaún, y comenzó a predicar la llegada del Reino de Dios.
Según los evangelios, durante su ministerio Jesús realizó varios milagros. En total, en los cuatro evangelios canónicos se narran veintisiete milagros, de los cuales catorce son curaciones de distintas enfermedades, cinco exorcismos, tres resurrecciones, dos prodigios de tipo natural y tres signos extraordinarios.
- Los evangelios narran las siguientes curaciones milagrosas obradas por Jesús:
- Sanó la fiebre de la suegra de Pedro, en su casa en Cafarnaúm, tomándola de la mano (Mc 1,29-31; Mt 5,14-15; Lc 4,38-39);
- Sanó a un leproso galileo mediante la palabra y el contacto de su mano (Mc 1,40-45; Mt 8,1-4; Lc 5,12-16);
- Sanó a un paralítico en Cafarnaúm que le fue presentado en una camilla y al que había perdonado sus pecados, ordenándole que se levantara y se fuera a su casa (Mc 2, 1-12; Mt 9,1-8; Lc 5,17-26);
- Sanó a un hombre con la mano seca en sábado en una sinagoga, mediante la palabra (Mc 3,1-6; Mt 12,9-14;Lc 6,6-11);
- Sanó a una mujer que padecía flujo de sangre, que sanó al tocar el vestido de Jesús (Mc 5,25-34; Mt 9,18-26; Lc 8,40-56);
- Sanó a un sordomudo en la Decápolis metiéndole los dedos en los oídos, escupiendo, tocándole la lengua y diciendo: "Effatá", que significa "ábrete" (Mc 7,31-37);
- Sanó a un ciego en Betsaida poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos (Mc 8,22-26);
- Sanó a Bartimeo, el ciego de Jericó (Mt 20,29-34; Mc 10,46-52; Lc 18,35-45);
- Sanó a distancia al criado del centurión de Cafarnaúm (Mt 8,5-13, Lc 7,1-10, Jn 4,43-54; Jn 4,43-54)
- Sanó a una mujer que estaba encorvada y no podía enderezarse, mediante la palabra y la imposición de manos (Lc 13,10-17). Esta curación tuvo lugar también en sábado y en una sinagoga;
- Sanó a un hidrópico en sábado, en casa de uno de los principales fariseos (Lc 14, 1-6).
- Sanó a diez leprosos, que encontró de camino a Jerusalén, mediante la palabra (Lc 17,11-19).
- Sanó a un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo, en Jerusalén, en sábado (Jn 5,1-9).
- Sanó a un ciego de nacimiento untándolo con lodo y saliva, tras lo cual le ordenó lavarse en la piscina de Siloé (Jn 9,1-12).
- En los evangelios canónicos aparecen cinco relatos de expulsiones de espíritus impuros (exorcismos) realizados por Jesús:
- Expulsó a un demonio en la sinagoga de Cafarnaúm (Mc 1,21-28; Lc 4,31-37);
- a otro en la región de Gerasa (Mt 8,28-34; Mc 5,1-21; Lc 8,26-39);
- a otro que poseía a la hija de una mujer sirofenicia (Mt 15,21-28; Mc 7,24-30);
- a otro que atormentaba a un epiléptico (Mt 17,20-24; Mc 9,14-27; Lc 9,37-43);
- a un "demonio mudo" (Lc 11,14; Mt 12,22).
Además, hay varios pasajes que hacen referencia de modo genérico a exorcismos de Jesús (Mc 1,32-34;Mc 3,10-12).
- Según los evangelios, Jesús obró tres resurrecciones:
- Jesús obró también, según los evangelios, dos prodigios de tipo natural, en los que se pone de manifiesto la obediencia de las fuerzas naturales (el mar y el viento) a su autoridad.
- Jesús ordena a la tempestad que se calme y ésta obedece (Mt 8,23-27; Mc 4,35-41; Lc 8,22-25).
- Jesús camina sobre las aguas (Mt 14,22-33; Mc 6,45-52; Jn 6,16-21).
- Tres signos extraordinarios, que tienen un sentido acusadamente simbólico:
- Multiplicación de los panes y los peces. Es el único de todos los milagros de Jesús que es registrado por todos los evangelios (Mc 6,32-44; Mt|14,13-21; Lc 9,10-17; Jn 6,1-13). Ocurre en dos ocasiones según los evangelios de Marcos (Mc 8,1-10) y Mateo (Mt 15,32-39);
- la pesca milagrosa (Lc 5,1-11; Jn 21,1-19);
- la conversión del agua en vino en las bodas de Caná (Jn 2,1-11).
En esos tiempos, los escribas, fariseos y otros, atribuyeron a una confabulación con Belcebu este poder de expulsar a los demonios. Jesús se defendió enérgicamente de estas acusaciones. Según los relatos evangélicos, Jesús no solo tenía el poder de expulsar demonios, sino que transmitió ese poder a sus seguidores. Incluso se menciona el caso de un hombre que, sin ser seguidor de Jesús, expulsaba con éxito demonios en su nombre.
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